¡Han sido tantos momentos!

¡Han sido tantos momentos! ¿Lo recuerdas? Jamás se me olvidarán las noches en la terraza de conversaciones eternas, cuando nos abríamos en canal y hablábamos desde el corazón. Los domingos al sol en las orillas de la felicidad, en silencio, solo llenándonos con nuestra presencia. Los miércoles de desconexión, sintiendo nuestras energías al calor de una copa de vino. Viajes cantando en grito por el simple placer de sentirnos vivos. Los abrazos sin prisa, dónde el tiempo se paraba y solo existía nuestra respiración como tic tac. Las tardes enteras soñando despiertos sobre ese futuro que deseábamos vivir juntos. Los mil proyectos que conseguimos, apoyándonos, siendo parte el uno del otro, fluyendo bajo el mismo mar.

Sé que ahora duele, trato de comprender, de darme una explicación coherente a todos los porqués que genera mi mente. Pero también sé, que el tiempo todo lo cura. Nuevas perspectivas surgirán, y mi dolor menguará. Te echaré de menos a diario, al principio derramaré lágrimas, me sentiré impotente, pero poco a poco, el recuerdo será dulce, ¿porqué te quiero tanto? No quiero que nadie ocupe tu lugar. Ese rinconcito es tuyo, solamente tuyo. Otras personas llegarán, lo sé, y me harán igual de feliz, pero sé que en mí siempre estarás.


Es momento de ser egoísta, de pensar en mí y en mi salud. Siento pena por que se acabó, no quiero cerrar este libro ya, ha sido tan bonito, sincero y sencillo, que me cuesta mucho el punto final. Pero también mucha alegría por todo lo vivido, único y especial. Eres y serás siempre parte de mi.


He de decirte adiós.


Esta carta puede ser dedicada a una ex pareja, a un amigo, a un familiar que se fué. El duelo se ha de pasar. Hay que despedirse. Debemos invertir energías en cerrar etapas, para poder continuar sin heridas, y poder afrontar las nuevas experiencias sanos, para disfrutarlas libremente, para dejarnos llevar y ser nosotros mismos de nuevo.




Comentarios

Entradas populares