Las cuatro estaciones.
El verano y su fuego.
- Tomemos un helado- dijo él con la alegría de un niño.
- ¡Yo elijo el sitio!- Y viendo las estrellas apoyados el uno en el otro, sus manos se rozaron y los dedos se entrelazaron.
Las horas se esfumaron, es lo que tiene al pasar buenos momentos en mejor compañía y con la pesadumbre de la despedida, él le dió un beso en la frente y se marcharon.
El otoño y sus colores.
- ¿Cómo puedes ser tan bonito?- Preguntó una mujer enamorada, a su mejor amigo.
- Porque me ves con brillo en la mirada- Respondió él aludido.
Ella abrió los ojos y confió. Cambió su amor eterno por el otoño, hacia ese viejo conocido.
El invierno y su iluminación.
- ¡Siempre he querido venir aquí!, gracias- ella muy arropada y a la vez tan helada como ilusionada se lanzó a los brazos de su mejor amigo.
- Todo llega- alegre por hacerla feliz no pudo más que callarse las palabras que le brotaban: no había luz más bonita que la de su sonrisa.
La primavera y sus olores.
- El tiempo pasa volando, ¿qué día es hoy?- dudoso después de unos intensos días viajando y feliz.
- Hoy es primavera, y podrán cortar todas las flores, pero no la podrán detener- Sonrió ella parafraseando miles de canciones.
- Ni tampoco con nosotros podrán- se miraron y se abrazarón con el corazón.
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