Escupiendo palabras.

Domingo. Amanecer. Remolonear en la cama. Ver los minutos pasar. Buenos días. Agua fría y cara limpia. Sol. Sonreír. Zumo de naranja recién exprimido. Terraza. Brisa fresca. Pájaros piando. Caricias en una piel suave. Un poco de lectura. Olor a café recién hecho. Música. Tu taza favorita. Intensidad. Alegría. Mirar a los ojos. Bailar, bailar como locos y reír a carcajadas. Un beso en la frente. Susurrar la melodía hasta cantar a voz en grito. Saltar por ser felices. Regar las plantas. Ver lo bonitas que están y sentirte orgullosa. Ponerte un vestido veraniego, suelto, cómodo. Gafas de sol pintorescas. Pasear. Tomarse de la mano. Parar en una terraza fresquita. Colores vivos. Corazón alegre. Vino. Hablar. Conocerse más. Coincidir. Pillar comida para llevar. Crema solar. Pañuelo en la cabeza. Que pintas llevo, pero que bien me siento. Bolsa con gafas de bucear. Coger camino hacia el mar. Y azul. Un inmenso horizonte. Magnitud. Correr al agua y saltar como un delfín. Paz. Que bien sienta la sal. Una sensación enorme de placer ahoga tu pecho. Te giras y ahí está, recelosa del agua. Es una perra juguetona. Preciosa. A su lado él. Le sonríes. Te sonríe. Hummus. Cheetos pelotazos. Uvas sin pepita. Con el estómago lleno se está mejor. Nos tumbamos cerca, casi rozándonos. Ardiente arena blanca y brillante. Acantilado. Verde primaveral en su cima. No hay lugar más hermoso. Confidencias. Silencios cómodos. Poner formas a las nubes. Explicar el pasado. Poner en común el futuro. Pero el presente, el presente es nuestro. Drisfutones. Superficie. Snorkel. Un mundo por descubrir. Peces besándonos. Uniéndonos. Posidonia meciéndose. Vida. Hora dorada. Que imagen más bonita. Abrazo. Posar la cabeza sobre él. Cosquillas en el brazo. ¿Qué más se puede pedir? Ducha. Cena de picoteo. Me encanta el espetec. Hablar con el corazón. Reír con la mirada. Conexión. Acabar el día como empezó, en la terraza. Mojito. Soñar despiertos. Contar estrellas. Bromear. Vibrar con el alma. ¡Qué dicha más grande! y dormir abrazados.